«YO FUI PRESIDENTE DEL CLUB PERO NO ME FUI MAL»

Después de las declaraciones del presidente del Club Corralense publicadas el sábado pasado en este semanario, el Dr. O. Odarda pidió derecho a réplica. A continuación se publica su descargo tal cual fue enviado a nuestra redacción.

«Yo quiero explicar que en el período que a mi me concierne, entre los años 1972 y 1976, el equipo que encabecé tomó una institución prácticamente quebrada, por cuanto el anterior presidente, el Sr. Carlos Ratto, uno de los íconos que tuvo nuestro club y que le cambió la impronta a Corralense con las rifas a través de las cuales se hicieron las grandes obras de la institución, se fue endeudando, perdió el control, privatizó el negocio y eso lo condujo a un estado de quebranto en el que el club estaba debiendo mas de 2 millones de dólares, en ese contexto Ratto se desespera, se va de la ciudad y no vuelve por años. Prácticamente acéfala la Comisión Directiva me buscan a mi y en ese virtual estado de quebranto en lugar de dejar de hacer rifas las incrementamos y en vez de hacer dos llegamos a hacer cinco, manejamos muy bien la inflación, tomamos créditos del banco BID que nos dieron con la garantía de mi padre y otros valientes que pusieron las firmas para poder seguir con el negocio y no solamente saneamos la institución sino que dejamos como testimonio de nuestro paso el velódromo nuevo, hicimos folclorama con dos o tres mil personas por noche, carreras de auto de fórmula cordobesa en el circuito La Serenisima, carreras de moto, en el fútbol logramos grandes éxitos entre los que Tonfi estaba en el equipo allá por la década del ´70, terminamos la cancha de fútbol y conseguimos el casino para que la sede social deje de ser deficitaria.
Yo terminé en el año 1976 mi segundo mandato y con hombres como García, Trovato, Galli y Odarda logramos entregar una institución saneada en 4 años habiendo pagado una deuda de mas de 2 millones de dólares y con un stock de automóviles y premios para las futuras rifas que las comisiones posteriores comenzaron a desactivar gradualmente y prueba de que nos fuimos muy bien fue que para la despedida nos hicieron una gran cena, jamás nadie puso en tela de juicio nuestra intervención, de modo que si irse mal significa haber tenido oposición, si la tuve, pero la oposición enriquece, significa que las instituciones están vivas, significa que hay una impronta, significa que hay una mística, pero eso no significa haberse ido mal, lo peor es lo contrario cuando nadie se interesa por la institución, cuando no hay oposición, cuando todo pasa porque pasa, eso es grave.
Hicimos cosas maravillosas en un momento de oro de la institución, épocas que hay que reivindicar y no decir así libremente -me voy porque todos los que me antecedieron se fueron mal- yo me siento orgulloso de los servicios prestados.
En su discurso Tonfi también mencionó un monto de honorarios que el Club pagó a nuestro estudio de abogacía pero no dijo que esos honorarios fueron por atender una quiebra virtual de 6 millones de dólares para lo cual trabajamos 10 años, por eso cuando se hacen estas menciones hay que hacerlas completas y no parcializadas porque dan lugar a malas interpretaciones.
Hechas estas aclaraciones le deseo a este presidente y a la actual comisión éxitos en esta decisión de abrir el juego democrático y que para fines de marzo tengamos nuevas autoridades que inicien con la fuerza que la masa de asociados merece el camino al centenario de la institución, volver a la institución masiva donde el socio tenga plena vigencia y participación y si no se puede tirar la casa por la ventana por los 100 años si se puede hacer un festejo con mínimos recursos, con el trabajo de los socios y con una comisión directiva que se inserte y le devuelva a la institución esa mística que siempre debió tener.
Les deseo que esta transición sea lo menos traumática posible y que nuestra institución siga adelante para orgullo de toda la gente de Corral de Bustos-Ifflinger y la zona».
Muchas Gracias